La filial tucumana del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), consideró que con la nueva tarjeta Supercard, el Gobierno intentará "parchar" un congelamiento de precios que no ha dado resultado en el país. En esa línea, opinó que es preocupante que la Casa Rosada no priorice solucionar los problemas de fondo: la "constante" pérdida del poder adquisitivo de los sectores de ingresos fijos y la inflación.
"Lo que sucede es que el Gobierno otorga a través de la tarjeta Supercard un nuevo negocio a los supermercados para que éstos incrementen más sus márgenes de ganancias, a cambio de la promesa de hacer gradual los aumentos (de precios), pero sin ninguna garantía concreta de que éstos se detengan o tiendan a la baja", dijo el centro de estudio mediante un comunicado firmado por Ernesto Gómez Rossi y María Bestregui, coordinadores de Isepci Tucumán.
El Instituto descree que los valores de los productos bajarían un 2% producto de la reducción de las comisiones bancarias. "Quienes capitalizarán ese 2% serán los supermercados, no la gente (...) Los precios finales serán los mismos que se ven hoy en las góndolas", afirmó.
El Isepci expresó que el Gobierno debería reformar la ley de entidades financieras y reponer, entre otras cosas, el impuesto a esas transacciones, si verdaderamente la intención oficial es "recortar" las utilidades de los bancos.
"Pero la medida no va en ese sentido. Aparece más bien como favor en beneficio de los sectores más concentrados, los formadores de precios y los grandes supermercadistas", dijo el centro de estudio, encargado de elaborar el Indice Barrial de Precios (IBP) del Gran San Miguel de Tucumán.